Noa ya está en casa. Su hermana la esparaba con muchas ganas. No para de acariciarla y besarla mientras sonríe. Y se ve que a ella le gusta porque está tranquila entre sus brazos. No puedo imaginar escenario mejor para hacer un reportaje de recién nacido.
Como al principio Noa no tenía ninguna gana de dormirse, la arropamos y calmamos. Le dejamos el gorrito puesto y esperamos a que se relajara.
Los recién nacidos suelen preferir estar en brazos a estar solitos en cualquier otro sitio, así que hay que tener paciencia y transmitirles calma. Arroparles en varias capas les suele gustar bastante así como escucuchar sonidos mecánicos como el de un secador o el de una lavadora.
Al final se quedó tan dormida que pudimos incluso hacerle fotos desnudita y en el brazo de su padre. Y como aún así seguía sin despertarse la metimos en una pequeña cestita de mimbre con muchas capas de tela para que estuviese de lo más cómoda.
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